Vinos
· Elaborado mediante un sangrado directo y sin maceración de uvas de las variedades Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon.
· En boca destaca por su amplitud, sedosidad y volumen, y tiene un buen equilibrio de acidez presentando un final largo y armónico.
Las bodegas toledanas Cartema acaban de embotellar su primer vino rosado, Cartema Rosado 2017. Elaborado mediante un sangrado directo y sin maceración de las uvas Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon, destaca por su color rosa pálido y buena limpidez, ofreciendo un inconfundible aroma. La fermentación alcohólica se ha realizado a 16 ºC, permaneciendo 3 meses con la lía fina en depósito de acero inoxidable, lo que le confiere una sedosidad y amplitud muy agradables.
Se trata de un caldo rosado con Denominación de Origen Protegida “Méntrida”, que presenta notas delicadas de flores mezcladas con aromas de fruta roja, como fresa y cereza, con buena intensidad. Su temperatura de consumo ideal oscila entre los 6-8 ºC. En boca destaca por su amplitud, sedosidad y volumen, y posee un buen equilibrio de acidez, presentando un final largo y armónico.
Bodegas Cartema ha apostado a lo largo de la última década por la elaboración de vinos de autor, capaces de aunar la calidad con el carácter autóctono de la producción vinícola de la provincia de Toledo. La filosofía siempre ha ido por el camino de primar la calidad por delante de la cantidad.
FICHA DE CATA
Crianza: No. Embotellado en mayo de 2018.
Variedades: Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon.
Alcohol: 12 % vol.
Temperatura de consumo: 6-8º
Cata: Vista: Color rosa pálido y buena limpidez.
Olfato: Notas delicadas de flores mezcladas con aromas de fruta roja, como fresa y cereza, con buena intensidad.
Gusto: En boca destaca por su amplitud, sedosidad y volumen, tiene un buen equilibrio de acidez y presenta un final largo y armónico.
SOBRE BODEGAS CARTEMA
Adscrita a la DO Méntrida, Bodegas Cartema elabora vinos de autor en Santa Cruz del Retamar (Toledo). Su primera cosecha salió al mercado en 2005 y desde entonces ha mantenido su apuesta por la calidad y las producciones limitadas. El viñedo se encuentra enmarcado por un paisaje de encinas centenarias. Este árbol es precisamente el emblema de la bodega.