La recuperación del mercado nacional y la planta hotelera cerrada por obras permite crecer la ocupación hotelera de Benidorm que roza el 87% de media.

Los británicos se mantienen como primer mercado con un 47% de cuota y estabilizan su crecimiento.

La ocupación hotelera de Benidorm ha crecido 1,8 puntos durante esta quincena, y su favor se queda en el 86,9% de media.

Las razones de este repunte de la ocupación la encontramos en dos factores fundamentales.
El primero es que en este periodo actualmente hay abierta una menor oferta que el pasado año. En estos momentos hay disponibles en Benidorm unas 36.500 camas hoteleras, mientras que el pasado año esta oferta abierta se elevaba hasta las 38.400. Una menor capacidad disponible se traduce inmediatamente en una mejor ocupación para los hoteles que sí tienen abiertas sus puertas.
Y por otro lado, ha sido el mercado español el que ha vuelto a amortiguar su caída y repitiendo los datos del pasado año ( 200.000 pernoctaciones hoteleras) posibilita que la cifra total de la ocupación roce el 87% en esta época del año.

Sin embargo es el mercado internacional el que continúa marcando la pauta y los turistas extranjeros suponen el 58% del total con los británicos a la cabeza rozando el 47% de cuota de mercado. Belgas y holandeses completan la oferta internacional, mientras que el resto de nacionalidades tienen cuotas anecdóticas.

La ocupación por categorías ha sido muy similar a la media en los diferentes segmentos. Mientras que los hoteles de 4 estrellas han registrado un 86,7% de ocupación, los de 3 estrellas marcan una décima más hasta el 86,8% y los de 2 estrellas son los que mejor ocupación anotan con un 87,9%

La previsión de ocupación para la segunda quincena de noviembre es del 73,6% en este momento y anuncia lo que viene siendo una de las temporadas más bajas de ocupación durante todo el año, que se extenderá hasta las fiestas navideñas.

El presidente de Hosbec ha destaco que este resultado de ocupación podría ser todavía mayor de no haberse producido la crisis de la quiebra de Monarch, que ha afectado puntualmente a algunos operadores británicos y ha cancelado determinadas operativas que ya estaban programadas. Según Antonio Mayor "la desaparición de Monarch ha podido restar uno o dos puntos a la ocupación hotelera" y aunque se prevé que "su operativa sea suplida por otras compañías aéreas y otros operadores, todavía faltarán algunos meses para que vuelva a la normalidad".