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Los socios del proyecto han dado a conocer hoy en Las Naves los resultados de seis meses de trabajo durante los cuales se ha estudiado el potencial de la ciudad, así como las trabas y posibilidades legales, para el autoconsumo energético con placas fotovoltaicas. Los resultados lanzan expectativas positivas, como la creación de 16.000 puestos de trabajo, la supresión de 250.000 emisiones de CO2, un medio ambiente más sostenible y una energía, en fin, más justa y democrática.
La instalación de placas fotovoltaicas en edificaciones de València podría abastecer el consumo eléctrico de un tercio de las viviendas de la ciudad, así como generar cerca de 16.000 empleos. Estas son algunas de las conclusiones del proyecto ProSumE, impulsado por el centro de innovación Las Naves y la fundación València Clima i Energia, y financiado por el EIT Climate-KIC. Han sido presentadas hoy por los diferentes socios que han participado: El Instituto de Ingeniería Energética (IIE) de la Universitat Politécnica de València, el Instituto Universitario de Investigación en Economía Social, Cooperativismo y Emprendimiento (IUDESCOOP) de la Universitat de València y AVAESEN). El objetivo del ProSumE es definir una hoja de ruta de servicios para aquellas personas que quieran producir y consumir energía fotovoltaica en nuestra ciudad.
Javier Ibáñez, coordinador técnico de Las Naves ha resaltado “el carácter estratégico del proyecto, con el que seguimos apostando fuerte por una transición energética en la ciudad de València. Queremos que la energía sea justa para toda la ciudadanía, que nadie se quede sin luz por no poderla pagar”. Por su parte, José Luis Muñoz, director de ClimateKic España ha señalado que “este proyecto supone un camino importante hacia la lucha contra el cambio climático”.
Los resultados del trabajo técnico realizado por el IEE son fruto del estudio de las cubiertas idóneas y los niveles de radicación solar en la ciudad de València. Según estos datos, la instalación de placas fotovoltaicas podrían cubrir en estos momentos un tercio del consumo eléctrico de las viviendas de la ciudad. Además, utilizando este tipo de energía, la ciudad de València podría eliminar alrededor de 250.000 toneladas de CO2, equivalente a las emisiones del trafico en la ciudad.
Los aspectos legales y administrativos del autoconsumo han sido estudiados por el IUDESCOOP. Gema Fajardo ha resaltado las novedades que se han ido incorporando en las últimas reglamentaciones que levantan muchas de las barreras al autoconsumo. Otra de las conclusiones de IUDESCOOP es que, en una comunidad de vecinos/as, si un/a propietario/a tiene el apoyo de un tercio del resto de propietarios/as, se puede llevar a cabo la instalación de placas fotovoltaicas.
El equipo de AVAESEN, encargado del estudio socio económico, ha resaltado que el impulso de la energía fotovoltaica en la ciudad de València podría crear, de forma estimada, 16.000 puestos de trabajo en los próximos años. También han concluido que “los modelos de negocio del prosumidor público debe tener en cuenta que en València, el 23% de la población padece pobreza energética y un 15% está en riesgo de sufrirla, e incidir en ese grupo de población”.
Después de los resultados presentados se puede asegurar que las barreras al desarrollo de producción descentralizada de energía fotovoltaica en la ciudad de València son administrativas y sociales, no técnicas. Muchas personas todavía no disponen de la información necesaria y real de los beneficios del autoconsumo energético, tanto para su propia economía como para el medioambiente.
Tras las conclusiones, ha tenido lugar una mesa redonda sobre casos de éxito de servicios a prosumidores/as en la que han participado representantes del IVACE, ISER Renovables, Greenpeace España, Iberdrola y Pylon Network. Esta tarde se llevará a cabo una sesión de trabajo en la que se definirá una hoja de ruta de servicios para prosumidores y prosumidoras