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La Ermita del Milagro, en la localidad valenciana de Alboraia, ha acogido hoy, lunes, la fiesta que rememora el “miracle dels peixets” en la desembocadura del barranco del Carraixet, lugar donde, según la tradición popular, se produjo la aparición de unas formas sagradas en la boca de unos peces, en el año 1348.
La misa, que se celebra tradicionalmente el lunes siguiente a la solemnidad de Pentecostés, ha tenido lugar en la también conocida como “ermita dels peixets”, ha indicado el párroco José Vicente Olmos.
Asimismo, en la misa, y en la fiesta en general, están participando “centenares de vecinos de Alboraia y de localidades próximas que, previamente han realizado una romería desde el pueblo y que, después de la eucaristía, compartirán una comida de hermandad en el entorno de la ermita”, ha añadido.
Por otro lado, la comunidad parroquial de Nuestra Señora de la Asunción ha conmemorado este fin de semana el 125 aniversario de la Adoración Nocturna, con la celebración de una procesión con sus banderas, una misa y exposición del Santísimo en la parroquia, una procesión por las calles y una vigilia adoración nocturna.
“Miracle dels peixets”
Según recoge la tradición, en 1348 un sacerdote llevó una arquilla con las sagradas formas a un morisco moribundo de Almàssera, que dependía eclesiásticamente de la parroquia de Alboraia. Al cruzar el barranco del Carraixet el sacerdote cayó del caballo y perdió las formas consagradas en el agua.
Ante este suceso, los vecinos, en su búsqueda, fueron a la desembocadura y vieron cómo tres peces -según la tradición de Alboraia-, o dos -según la de Almàssera-, sostenían en sus bocas las formas y se las daban al cura. Ante aquel hecho, “el pueblo de Alboraia promovió procesiones y la construcción, en el lugar donde aparecieron, de una ermita sobre la que se construyó, en 1907, la actual ermita marinera”.
Por su parte, Almàssera construyó su parroquia dedicada al Santísimo Sacramento dos años después de lo ocurrido, así como una capilla, llamada ´la Capella del Miracle dels Peixets`, en el lugar en el que cayeron las formas sagradas.
Esta tradición también explica la existencia de tres peces en el escudo municipal de Alboraia, y de dos peces, en el escudo de Almàssera. Además, ambas localidades celebran el Corpus Christi semanas después de la solemnidad litúrgica y fuera de la Octava, el primer domingo de julio en el caso de Alboraia, y el cuarto domingo de agosto, en Almàssera, por dispensa papal tras el ´Miracle dels Peixets`.