Cultura
• La exposición efectúa, a través de 150 instantáneas, el recorrido que realizó el fotógrafo francés por la Comunitat Valenciana durante los años 50 del siglo pasad
El Museu Valencià d’Etnologia, dependiente del Área de Cultura de la Diputación de Valencia, inaugura la próxima semana la muestra El país que va fascinar Jean Dieuzaide, dedicada a este reconocido fotógrafo francés quien en 1951 recibió el encargo de ilustrar el libro Espagne du sud, publicado en 1953, en el que supuso su primer trabajo en el extranjero que le llevó hasta tierras valencianas.
Durante el transcurso del viaje, Dieuzaide quedó fascinado de tal manera que se sumergió «amorosamente en el seno de este país», donde observó con detenimiento la pervivencia de unas costumbres, unas tradiciones, una manera de concebir el mundo, que poco tenían que ver con el momento que atravesaba Europa Occidental. Unas formas de vida, propias de una sociedad todavía rural, que ya no existían en su Francia natal.
A través de 150 imágenes, la exposición muestra una buena parte de las diferentes actividades o formas de vida que existían en la sociedad valenciana entre 1951 y 1971: las rutinas agrícolas y ganaderas, la pesca, el transporte, las diferentes condiciones de vida y las costumbres y fiestas populares. Un conjunto de instantáneas que permiten acercarse a nuestro pasado reciente: cómo éramos, a qué nos dedicábamos, de qué o de qué manera vivíamos.
A diferencia de otros tratamientos, las fotografías de Jean Dieuzaide huyen de una presentación folklorista o exótica de la sociedad que retrata. El suyo es un enfoque básicamente realista en el que se preservan las realidades cotidianas de la calle y del trabajo artesanal o rural. En palabras del propio autor, el enfoque «retiene para sí las marcas de unas esencias, la sustancia misma de la vida cotidiana de este país».
El fotógrafo humanista
Jean Dieuzaide nació en 1921 en Grenade-sur-Garonne, cerca de Toulouse, ciudad donde realizó un reportaje sobre su liberación de la ocupación alemana en 1944 que le dio a conocer. Colaboró en diversos periódicos y en 1951 se estableció definitivamente en Toulouse. Fue en ese año cuando comenzó a viajar por la península ibérica para ilustrar sendas obras sobre la España del sur y Portugal. Debía fotografiar monumentos y paisajes siguiendo la lista que le entregó el editor, pero Dieuzaide se sintió fascinado por el país y por sus gentes y decidió también retener y preservar las realidades cotidianas de la calle o del mundo del trabajo, centrando su mirada en la ciudadanía, la auténtica protagonista de sus fotografías. Por su trabajo en España y Portugal, y luego por Turquía, es considerado un fotógrafo humanista, aunque también es autor de una importante labor artística en torno a la naturaleza muerta.
Su actividad se incrementó desde entonces. Nunca dejo de hacer fotografías, fundó en 1963 el Grouppe Libre Expresion, creó en 1974 la galería municipal del Château d’Eau (Toulouse) y recibió galardones tan prestigiosos como el Premio Niépce (1955) o el Premio Nadar (1961). Fue nombrado caballero de la Orden Nacional del Mérito de Francia (1966) y, en 1981, oficial de la misma y de la Orden de las Artes y las Letras.
A su muerte, dejó una enorme producción fotográfica, que supera el millón de negativos. Sus instantáneas, además de en la Biblioteca Nacional de Francia, están presentes en museos como el MoMA de Nueva York o el Victoria & Albert Museum de Londres.
La exposición está comisariada por Mateo Gamón y Manuel Cerdà Garcia, y ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Toulouse.